El Bosque de los Zaragozanos alcanza 168 hectáreas y 135.000 árboles en su segunda temporada

La consejera municipal de Servicios Públicos, Natalia Chueca, en el cierre de temporada del segundo año del Bosque de los Zaragozanos
photo_camera La consejera municipal de Servicios Públicos, Natalia Chueca, en el cierre de temporada del segundo año del Bosque de los Zaragozanos

Más de 135.000 árboles y arbustos plantados en 160 hectáreas de su término municipal es el balance global de los dos primeros años de vida de El Bosque de los Zaragozanos, un proyecto municipal y participativo que busca transformar el entorno periurbano y urbano de Zaragoza con la plantación de más de 700.000 árboles, uno por cada habitante de la ciudad.

La consejera de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, ha agradecido hoy, en un acto celebrado en Campos del Canal, el apoyo y la implicación ciudadana en lo que ha definido como “un sueño que poco a poco se está haciendo realidad”. Chueca ha estado acompañada por José Ángel Rupérez, presidente de Ecodes, fundación que es la socia estratégica del Ayuntamiento para El Bosque de los Zaragozanos.

“El Bosque de los Zaragozanos ha venido a transformar la ciudad, a abrir nuevos espacios no sólo para el disfrute presente y futuro de la ciudadanía, sino también, y sobre todo, a mejorar su calidad medioambiental futura, a generar un verdadero pulmón para una ciudad que quiere ser un ejemplo para otras grandes urbes de dentro y fuera de España”, ha explicado la consejera.

Chueca ha recordado que este proyecto, así como otras tantas iniciativas puestas en marcha, como la electrificación de la red de bus urbano, la mejora en el servicio del tranvía, la pacificación de calles o la creación de comunidades energéticas “están orientados a ese objetivo de que Zaragoza sea una de las 100 Ciudades Climáticamente Neutras en 2030”.

La consejera ha aprovechado para recordar otro gran proyecto en el que se están dando los primeros pasos, “la posibilidad de ser también una ciudad Cero Residuos, consiguiendo que absolutamente toda la basura que genera la ciudad pueda ser reciclada y reutilizada. Sería algo así como la cuadratura del círculo de la sostenibilidad. Si el Bosque de los Zaragozanos es un sueño que se hace realidad, estoy segura de que éste también lo será”.

UN LEGADO VERDE PARA LAS GENERACIONES FUTURAS

Por su parte, José Ángel Rupérez ha afirmado que “en este momento de crisis climática, el Bosque de los Zaragozanos nos permite actuar uniendo a la ciudadanía para construir un legado verde que quede para las generaciones futuras, apostando por la mejora de la salud y permitiendo reducir la huella de carbono de la ciudad a través de las absorciones de CO2 que generarán las plantaciones”.

“Además -ha dicho- este proyecto es una de las acciones que, junto con otras muchas, contribuirá a que Zaragoza sea una ciudad climáticamente neutra en 2030. Y por eso quiero dar las gracias a las personas, a las asociaciones, a las empresas y a las instituciones que nos habéis acompañado en estos dos años”.

NUEVOS ESPACIOS DE PLANTACIÓN

Entre los espacios de plantación que se han sumado este segundo año al Bosque de los Zaragozanos destacan las cuatro hectáreas puestas a disposición por la Alcaldía del barrio rural de Garrapinillos, ubicadas junto a la carretera a Utebo. Este espacio se dedica especialmente a las plantaciones de asociaciones vecinales y entidades de barrio, así como asociaciones de diferente perfil. Se ha contactado con 64 organizaciones que han mostrado su interés por participar en el proyecto.

Asimismo, este año se ha avanzado en el ámbito administrativo, obteniendo entre otras las autorizaciones del Inaga para impulsar las plantaciones en las 41 hectáreas de carácter forestal ubicadas en el Campo de Maniobras de San Gregorio, dentro del convenio de cesión suscrito entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Zaragoza. Estos terrenos se suman a las ocho hectáreas plantadas en terrenos colindantes al límite perimetral del barrio de Juslibol.

Precisamente en San Gregorio se celebró recientemente una primera plantación abierta a la ciudadanía en la que participaron, además, efectivos del propio Ejército de Tierra, de la Policía Nacional y los Scouts de Aragón.