Ratas, cucarachas, garrapatas y procesionaria: Zaragoza recibe unos 1.500 avisos de plagas al año

Nidos de procesionaria
photo_camera Nidos de procesionaria

El Ayuntamiento de Zaragoza ha recibido en un año unos 1.400 avisos vecinales alertando de la presencia de ratas, palomas o insectos en las calles de la ciudad. Una de las plagas que más esfuerzos requiere para erradicarla es la de roedores, sobre todo, en las zonas próximas a la ribera del Ebro y en solares. Además, han aumentado los casos de garrapatas y de procesionaria, que ha llegado este año de forma más agresiva por el adelanto del calor y la falta de lluvias.

La lucha urbana contra las plagas se centra principalmente en parques, riberas y espacios públicos de la capital aragonesa. También se interviene en el alcantarillado para hacer frente a roedores y cucarachas. Las zonas que más problemas tienen con las ratas son, entre otros lugares, el Arrabal, Barrio Jesús y Casco Histórico, según fuentes municipales.

En Zaragoza, el Instituto Municipal de Salud Pública se encarga de hacer frente a este problema mediante desinfecciones, desinsectaciones y desratizaciones. Emilio Martínez, veterinario de este instituto, ha alertado de que en los últimos tiempos se constata, sobre todo, un incremento de garrapatas.

“El problema de las garrapatas comenzó a surgir en la ciudad con la entrada de conejos por Valdespartera y Arcosur. Esos conejos llevan consigo las garrapatas y nos provocó que el año pasado tuviéramos que hacer una desinsectación de prácticamente todos los parques de Zaragoza, porque se había extendido este problema”, ha explicado.

Las plagas también pueden llegar por vía aérea. Por eso, ante esta situación, también se suele hacer un censo anual de palomas para que no se produzca una sobreproblación de esas aves.

LAS ORUGAS SE EXTIENDEN POR LAS SUPERFICIES ARBOLADAS

Además, con la llegada de la primavera preocupa otro tipo de plagas: la llegada de la procesionaria, que afecta a superficies arboladas y provoca reacciones alérgicas en parte de la población.

El técnico del servicio de Parques, José Arrieta, explica que combaten a las orugas, entre otras formas, con la colocación de anillos en el caso de que no se haya podido reducir la plaga a cero con la retirada de bolsones. “Con esos anillos intentamos evitar que baje la procesionaria y queden retenidas ahí”, ha explicado y también ha insistido en que se colocan carteles para informar a los ciudadanos que tengan especial cuidado.

En breve, cuando comience a hacer más calor en la ciudad, los operarios municipales también harán frente a la mosca negra en zonas como el río Gállego y en el Ebro, contra el mosquito tigre.