Los Bomberos de Zaragoza y la Policía Local han desalojado un piso de la primera planta del edificio 7-9 de la calle de San Blas. Se trata de un inmueble con estructura de forjados madera, y el tramo entre la primera y la segunda planta presentaba un estado de deterioro que hacía perder la estructura portante.
Por ello, los técnicos han tomado la decisión de desalojar dicho piso, donde residen dos adultos varones, que conocían la situación y han accedido voluntariamente a irse de la vivienda.
A partir de ahí, ha comenzado el apuntalamiento desde el local de planta baja hasta la segunda planta. Asimismo, los bomberos han reforzado también un apuntalamiento previo que ya había en la segunda planta. Con estas tareas, el edificio queda reforzado y no es necesario proceder a ningún otro desalojo de residentes.
La actuación se ha emprendido tras la inspección y pertinente orden de ejecución emitida por los servicios urbanísticos del Ayuntamiento. Estos exigen a los propietarios del inmueble el análisis del edificio y la reparación.
NUEVAS LABORES EN EL EDIFICIO
La comunidad de propietarios de este edificio ubicado en el barrio de San Pablo ya se ha puesto en manos de un arquitecto particular. Está previsto que la próxima semana se facilite a Inspección Urbanística el informe oportuno. A partir de ahí, se determinará el alcance de las actuaciones que deberán acometer.

Los servicios sociales del Ayuntamiento han activado el protocolo para conocer la situación de los desalojados. El objetivo era ofrecer una solución habitacional en el caso de ser requerida y el seguimiento personalizado del caso a lo largo de toda su evolución. Finalmente no ha sido necesario proseguir, porque han informado de que cuentan con un alojamiento alternativo.
La degradación de parte del forjado entre la primera y la segunda planta podría deberse a la presencia de alguna fuga de agua en el interior del inmueble y a los xilófagos (insectos que se alimentan de la madera). Así lo han recogido los técnicos de Inspección Urbanística.