El Casco Histórico cuenta desde este jueves con una nueva arteria totalmente reformada. La calle Ramón Celma se ha transformado en una vía de prioridad peatonal, con plataforma única, sin barreras arquitectónicas y con árboles. La inversión supera los 340.000 euros y ha sido realizada por el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza.
La alcaldesa, Natalia Chueca, ha destacado que la calle de Celma da continuidad a ese eje peatonal e invita a pasear hacia el parque de San Pablo y la ribera.
“Para eso hemos pacificado el tráfico y ampliado las aceras facilitando además el acceso a los numerosos equipamientos que hay situados en las inmediaciones”, ha explicado la alcaldesa.
En su entorno se encuentran, por ejemplo, la Casa Amparo, el futuro centro de mayores Luis Buñuel, el Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente y, un poco más alejada, la Delegación de la ONCE.
Igual que Predicadores, se ha diseñado una calle de prioridad peatonal con aceras a la misma altura que la calzada y sin barreras arquitectónicas. Cuenta además con una línea de aparcamiento y una banda vegetal en la que se han incorporado cuatro árboles de pequeño porte y arbustos. Junto a ellos habrá varios bancos y papeleras distribuidas a lo largo de la calle.
VERTEBRAR PEATONALMENTE EL CASCO HISTÓRICO
Chueca ha destacado que “con todas estas intervenciones, igual que la que hemos finalizado recientemente en el entorno de la plaza San Bruno, buscamos vertebrar peatonalmente el Casco Histórico y hacerlo más seguro y accesible, mejorar su calidad ambiental y poner en valor su patrimonio arquitectónico porque todo ello contribuye además a aumentar el atractivo comercial”.
La actuación de la calle Celma ha incluido también la renovación de las tuberías de saneamiento y todo el alumbrado. Se ha duplicado el número de farolas y además se ha incorporado tecnología led más eficiente que reducirá a la mitad el consumo energético. Además para mejorar la accesibilidad a los porches de Echegaray y Caballero se ha adecuado también la acera, ampliando la anchura de las rampas y mejorando las pendientes.
La reforma integral de Ramón Celma forma parte de la segunda Operación Calles que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Zaragoza. La alcaldesa ha explicado que dentro de este plan a lo largo de agosto comenzará la remodelación de la calle Belchite, en el barrio de las Fuentes, que pasará a tener plataforma única de prioridad peatonal para mejorar la accesibilidad y su calidad ambiental.
“Vamos a continuar con la mejora de la escena urbana y las reformas de calles y avenidas en los diferentes barrios de la ciudad. Acabamos ahora Celma y vamos a empezar Belchite pero además avanza a buen ritmo la reforma integral de la avenida de Cataluña, donde estamos invirtiendo 4,4 millones de euros”, ha explicado.
A la vuelta del verano, ha añadido, estarán listos los proyectos definitivos de la segunda fase de la avenida de Navarra y la nueva rotonda de la avenida de Cataluña bajo el puente del ferrocarril para poder licitar las obras. El Ayuntamiento también avanza en la redacción de nuevos proyectos como los de las calles Matadero, Escuelas o Utrillas.