El Ayuntamiento de Zaragoza ha salido al paso de las declaraciones de la Unión de Consumidores de Aragón sobre su actuación durante las tormentas del 6 de julio. De acuerdo a la versión del consistorio, se activó el Plan de Emergencias “desde el primer momento que se tuvo constancia de las alertas meteorológicas”.
Así pues, señalan en un comunicado, “todos los servicios municipales trabajaron de manera ejemplar en todo momento cumpliendo con sus labores en todas las fases del plan”. A su vez, añaden, estas estuvieron supervisadas desde el Cecopaz y el Gabinete de Crisis que se activó en el centro de emergencias del parque 1 de Bomberos. Además, “el Ayuntamiento estuvo en contacto directo con los órganos competentes del Gobierno de Aragón para coordinar actuaciones.
Del mismo modo, recuerdan que la alerta naranja se produjo por tormentas y lo que desencadenó la emergencia fue su carácter torrencial. Según la corporación municipal, esto las hace “absolutamente impredecibles” y obligó a elaborar un nuevo plan en el año 2022 que modernizaba el anterior.
Por ello, califican de “graves” las acusaciones de la UCA dirigidas a la concejal de Bomberos y Protección Civil, Ruth Bravo. “Demuestran un desconocimiento absoluto de la situación y ha reiterado que la actuación de los servicios, de los que estuvo pendiente en primera persona la alcaldesa, fue ejemplar desde el primer momento de la tormenta”, concluye el comunicado.