Pese a que los técnicos del Ayuntamiento han intentado salvarlas con distintos tratamientos, los pequeños picudos rojos han ganado la partida y han arrasado los históricos ejemplares de palmeras que rodeaban la fuente de Neptuno. En total, cinco plantas arborescentes que llevaban años en esa localización han sido talados por el Servicio de Parques, Jardines e Infraestructuras Verdes por culpa de esta plaga.
El picudo rojo es un coleóptero altamente dañino para las palmeras, por lo que los técnicos han optado finalmente por la tala de los ejemplares del Parque Grande José Antonio Labordeta, ya que no sólo no mejoraba la situación sino que, además, podían convertirse en foco de contagio para otros ejemplares.
Además, su delicado estado -habían perdido su meristemo apical, que es la parte de la planta que permite el crecimiento- las hacía muy vulnerables ante posibles caídas en caso de viento fuerte, lo que suponía a su vez un riesgo para las personas. De hecho, el pasado jueves una chica de 20 años falleció en el barrio barcelonés del Raval después de que le cayera encima una palmera.
LOS TRATAMIENTOS NO HAN DADO RESULTADO

En estos ejemplares del Parque Grande se han realizado todos los intentos de curación posibles, tanto con control biológico (utilizando nematodos y entomopatógenos que atacan las larvas del picudo rojo) como con la aplicación de productos fitosanitarios. Asimismo, se intentó hacer cirugía de saneamiento, eliminando los tejidos afectados, pero ni siquiera este tratamiento de choque ha resultado eficaz.
El Ayuntamiento ha intensificado en los últimos años su lucha contra el picudo rojo, aunque es necesario que los propietarios de palmeras también se involucren en su control. Un estudio de la Universidad realizado en 2020 indica que en Zaragoza hay 4.452 ejemplares de Phoenix canariensis, el árbol al que ataca este coleóptero, pero sólo el 9,5% de los ejemplares de son de titularidad municipal.
En la efectividad de los protocolos seguidos juegan un papel determinante las palmeras situadas en espacios de titularidad privada, ya que estas unidades actúan como vector para la introducción de la plaga. Pese a los esfuerzos realizados en los últimos años por el Ayuntamiento, no han dejado de perderse ejemplares relevantes, ya que los tratamientos disponibles no tienen una efectividad del 100%.
Por este motivo, es necesario que los propietarios de ejemplares de esta especie tomen conciencia que tienen un ser vivo en la puerta de casa cuyo mantenimiento es de su responsabilidad. La detección precoz y los tratamientos preventivos son el único método de lucha eficaz para proteger a la globalidad de ejemplares.