La “severa degradación” por el paso del tiempo ha llevado al Ayuntamiento de Zaragoza a sacar a licitación la restauración del denominado “Monumento a la Exposición Hispano Francesa de 1908” que, además, es un homenaje a la figura de Basilio Paraíso. Desde que se inaugurase en enero de 1910, en los últimos años esta obra de alto valor patrimonial, histórico y cultural ha sufrido pérdidas de material compositivo, exfoliaciones, microfisuras o, incluso grafitis, entre otros aspectos. Es por ello que para su rehabilitación el consistorio zaragozano invertirá más de 130.000 euros.
En definitiva, el objetivo principal del proyecto es desarrollar las medidas de adecuación en materia de restauración para el monumento, que en la actualidad se ubica en el Parque Grande José Antonio Labordeta, en la avenida de los Bearneses. Para ello, se marcarán las líneas generales de intervención para devolver a este una presencia acorde a su original, estabilizando los materiales pétreos y metálicos que lo componen.
“Va a consistir, en primer lugar, en ensayar el monumento para que se vea qué elementos presentan un peor estado de conversación y qué materiales son necesarios para su reconstrucción. Y, en segundo lugar, se procederá a la intervención en los elementos que están más dañados”, ha explicado el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano.
El proyecto, dirigido por el jefe del Departamento de Arquitectura de Urbanismo, Ricardo Usón, y la restauradora de la Unidad Técnica de Restauración del Servicio de Cultura, Pilar Pérez, “forma parte de un estudio del estado de conservación de diferentes monumentos de la ciudad, enmarcado en un Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos”, ha señalado por su parte la concejal de Cultura, Educación y Turismo, Sara Fernández.
COMPROMISO CON EL PATRIMONIO
En este sentido, hay que recordar que el Ayuntamiento de Zaragoza ya ha ido desarrollando en los últimos años intervenciones similares en otros elementos de la ciudad. Es el caso, por ejemplo, de la recuperación del mural de la Puerta del Duque de la Victoria en la plaza San Miguel, la restauración del monumento al Justiciazgo en la plaza de Aragón, la rehabilitación de las fachadas y las cariátides del Teatro Principal, la conservación del artesonado del Palacio de Montemuzo o la interlocución ejercida para salvaguardar el muro del antiguo Cuartel de Caballería, en la avenida de Anselmo Clavé.
Asimismo, Serrano también ha querido remarcar la “vigilancia y control de acciones privadas” sobre edificios o elementos históricos de inmuebles, como la que se ejerció en el Gran Café Zaragoza, antigua Joyería Aladrén.