Las obras de reforma del Albergue Municipal de Zaragoza comenzarán a finales de año y estarán terminadas previsiblemente en la primavera de 2025. El Gobierno municipal ha adjudicado unas obras que costarán a las arcas 4,3 millones de euros y que servirán para ampliar, modernizar y dignificar las instalaciones para la atención de personas sin hogar.
El proyecto de reforma no supondrá una ampliación relevante del número de habitaciones sino la mejora de los espacios, la accesibilidad, climatización y eficiencia energética. “Todo ello garantizando la preservación del patrimonio arqueológico y la puesta en valor de los restos de la muralla medieval que se ubican en este entorno”, ha destacado la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca durante una visita a las instalaciones.
El proyecto contempla dos actuaciones principales: la construcción de un nuevo edificio de recepción con entrada por la calle Alonso V y la restauración del antiguo Cuartel de San Agustín, el único de los cuatro inmuebles de este recinto histórico que se encuentra actualmente en desuso (los otros tres son el Centro de Historias, la Biblioteca María Moliner y el propio Albergue). Entre ambos edificios, el Albergue sumará 1.872,40 metros cuadrados.
UN PABELLÓN ESPECIAL PARA EMERGENCIAS CLIMÁTICAS

Chueca ha destacado que se ampliará con un pabellón especial para las “cada vez más frecuentes” emergencias climáticas: “Allí se atenderá en los momentos que sea necesario abrir las puertas para acoger más personas por inclemencias meteorológicas como pueden ser tormentas o por olas de frío o de calor”, ha sostenido.
Los trabajos, que los realizará la UTE Albergue Rubio Morte-Orbe-Incliza, se iniciarán previsiblemente este último trimestre de 2023 cuando puedan empezar los trabajos, que tendrán un plazo de ejecución de 16 meses.
La inversión se enmarca en el compromiso del Gobierno de Zaragoza por mejorar las políticas dirigidas a la inserción social de las personas sin hogar con una inversión anual de 600.000 euros.
“El Albergue Municipal es el centro neurálgico de estas políticas, que desde 2020 han sido impulsadas gracias a la puesta en marcha del Plan Social de Primera Oportunidad. Se trata de un ambicioso e innovador plan de carácter integral, que consta de tres ejes de actuación: vivienda, formación ocupacional y laboral, y cuidado de la salud”, ha subrayado.
TIPOS DE ALOJAMIENTO

Para atender las demandas de alojamiento temporal, el Albergue Municipal de Zaragoza tiene una capacidad de 60 habitaciones para hombres con una extra si tiene mascota; doce para mujeres y; además se 6 módulo individuales y 4 módulos familiares.
La estancia ordinaria es de seis días cada tres meses, si bien el reglamento contempla excepciones para prorrogar la estancia en función de las posibilidades de inserción personal y social de los usuarios. Está abierto las 24 horas, los 365 días del año y se incluye desayuno, comida y cena; Servicio de lavadora, secadora, ropero, servicio de libros libres y acceso a Internet; así como está a disposición de los usuarios de una sala de estar y TV.
Por otro lado está la Casa Abierta, que está destinada a personas sin hogar que llevan viviendo largo tiempo en la calle y que sufren un grave proceso de deterioro físico y de otro tipo, que hacen inviable un proceso de inserción. De este tipo hay seis plazas para mujeres y diez para hombres. Las normas y periodo de estancia están adaptadas con flexibilidad a las características peculiares de los usuarios, sin que esté establecido un plazo máximo de estancia.
El objetivo es mantener unos mínimos de calidad de vida, paliar el proceso de deterioro y canalizar a otros recursos mas normalizados, en su caso. La gestión de este servicio se lleva a cabo en colaboración con la Coordinadora de Centros y Servicios para PSH de Zaragoza, que aporta voluntarios para labores de acompañamiento, gestionados por la Parroquia del Carmen. La atención técnica y los recursos materiales para el alojamiento, manutención, higiene y ropero corren a cargo del Albergue
Este servicio cuenta con un espacio con diez camas para hombres, en una estancia en el propio edificio del albergue, aunque con una entrada específica y directa desde la calle, y un espacio de 6 camas para mujeres en un edificio próximo al centro.
Asimismo, en situaciones de emergencia, particularmente en días y noches de especial rigor climatológico, se habilitan espacios específicos para el alojamiento de todas las personas que lo necesitan. En emergencias por frío se facilita además bebidas calientes y otros alimentos a toda persona que pernoctan en estos espacios y en calor agua fría para evitar la deshidratación, así como la habilitación de pabellones con aire acondicionado.