El objetivo es limitar las posibilidades de contagio

El Ayuntamiento de Zaragoza y el Área de Mecánica de Fluidos de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza van a desarrollar un proyecto piloto para la obtención de datos que determinen la calidad de aire en dos entornos muy específicos: las aulas y el transporte público. A la vista de la información obtenida se adoptarían las medidas aconsejadas por los científicos para garantizar la máxima seguridad, limitando las posibilidades de contagio.

En el caso de los centros educativos, la prueba se va a desarrollar en el colegio Santo Domingo, del Casco Histórico. En varias de sus aulas se instalarán medidores de CO2 para conocer exactamente cómo evoluciona la calidad del aire y cuáles serían los sistemas más eficientes y sostenibles para garantizar la suficiente ventilación. “Nuestros objetivos son tres: seguridad, comodidad y sostenibilidad medioambiental, a través de los datos que nos faciliten desde la Universidad de Zaragoza”, ha explicado Alfonso Mendoza, presidente de la Junta de Distrito de Casco Histórico y concejal delegado de Bomberos.

Respecto al transporte público, el procedimiento será parecido, analizando en diferentes momentos y con diferentes ocupaciones y circunstancias la calidad del aire en los vehículos. “Lo que vamos hacer es tomar muestras para cual es la concentración de CO2 para poder aplicar las medidas correspondientes”, ha aclarado la consejera de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca.

Ahora, ha explicado el catedrático de Mecánica de Fluidos de la Universidad de Zaragoza, Javier Ballester, “estos medidores nos ayudarán a saber, por ejemplo, cómo y cuánto tiempo se debe ventilar un aula”.

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