Preocupación en Caspe por la aparición de una segunda pitón real suelta en apenas un mes

La pitón real puede alcanzar el metro y medio de tamaño aunque no supone un peligro para el ser humano
photo_camera La pitón real puede alcanzar el metro y medio de tamaño aunque no supone un peligro para el ser humano

Los Bomberos de la Diputación de Zaragoza intervinieron el pasado lunes un ejemplar de pitón real en las calles de Caspe, el segundo en apenas un mes. La serpiente, que se encontraba en la puerta de un garaje de la avenida Río Ebro, fue avistada por un vecino a apenas 500 metros del lugar en el que el pasado 20 de julio se recogió el primer ejemplar y desató de nuevo las alarmas al tratarse de una especie invasora.

Tras recibir el aviso sobre las 22.30 horas, los Bomberos se desplazaron hasta la zona, esta vez ya dentro del casco urbano, pensando en un principio encontrarse con una especie autóctona. Sin embargo, pronto pudieron comprobar que se trataba de una pitón real de aproximadamente 120 centímetros de longitud.

Tras recoger al animal e introducirlo en un contenedor especial para este tipo de reptiles, los bomberos dieron aviso a la Guardia Civil y entregaron el ejemplar los agentes de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón. La captura no supuso demasiados problemas para el bombero encargado de realizarla, Eduardo Lapuente, que también se encargó de recoger el primer reptil de esta especie encontrado en julio.

Según ha explicado el bombero, la pitón real es una especie “tranquila”, que por su tamaño y carácter no supone ninguna amenaza para el ser humano. De hecho, esta especie también se conoce como “pitón bola” por su timidez, ya que se enrosca sobre sí misma con la cabeza en el centro para protegerse de posibles amenazas.

Sin embargo, Lapuente reconoce que este segundo hallazgo en la misma zona y en apenas un mes es algo “preocupante”, sin atreverse a concretar cuál puede ser el origen. La cercanía de los dos hallazgos de las serpientes hace pensar que algún vecino pueda estar en posesión de este tipo de reptiles, pero por el momento no se ha descartado ninguna hipótesis.

Podría tratarse de mascotas abandonadas

Tampoco está claro si los reptiles han podido llegar hasta un espacio abierto de forma accidental o intencionada, aunque una de las teorías que baraja el Ayuntamiento podría ser la de un vecino que tuviera a las pitones como mascotas y las abandonara tras aumentar de tamaño.

Desde el Consistorio caspolino han lamentado el hallazgo de este nuevo ejemplar, y aunque reconocen que no están preocupados por la seguridad de la población, sí lo están por los problemas que estos animales pueden causar en el medio y a las especies autóctonas.

La pitón real es un animal catalogado como exótico y por lo tanto prohibido por el Gobierno de Aragón en su territorio. Por ello, desde el Ayuntamiento de Caspe han lamentado la “irresponsabilidad” de los propietarios al introducir la especie en el Bajo Aragón.