La Policía Local, en colaboración con la Dirección General de Tráfico, inicia este lunes una campaña especial de vigilancia y control de la velocidad. Esta acción, que durará hasta el próximo domingo, 18 de agosto, consiste en un aumento significativo de los controles de velocidad en la ciudad. Para ello, se emplearán el máximo número de medios humanos y materiales disponibles.
Aunque el número de conductores denunciados por exceso de velocidad ha disminuido en los últimos años, la realización de controles de velocidad sigue siendo fundamental de cara a crear hábitos beneficiosos en los conductores que, posteriormente, se reflejan en el comportamiento en carretera.
Asimismo, cabe resaltar que el cumplimiento de las normas de velocidad no solo supone una mejora de la calidad de vida en las zonas urbanas, evitando poner en peligro la vida de peatones y ciclistas, sino que supone también un importante impacto en el medio ambiente y el consumo de combustible.
La velocidad, un factor determinante en la mortalidad de los accidentes
Circular a una velocidad adecuada podría evitar, prácticamente, una cuarta parte de las muertes por accidente de tráfico. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, en caso de atropello en las zonas urbanas, la velocidad es un factor diferencial. A partir de 50 kilómetros/hora la tasa de fallecimiento del peatón es del 80%, mientras que a 30 kilómetros/hora el riesgo de muerte se reduce al 10%.
A partir de una velocidad de 80 kilómetros/hora, las posibilidades de que el peatón no fallezca son prácticamente nulas. En el caso de los ocupantes del vehículo, la velocidad máxima a la que el cinturón de seguridad puede protegerlos es de 70 kilómetros/hora en caso de accidentes frontales y de 50 kilómetros/hora en impactos laterales.
El incumplimiento de las normas de velocidad está tipificado como infracción grave o muy grave y puede suponer la pérdida de entre dos y seis puntos, en función del exceso de velocidad cometido.
