
Tras 55 días de confinamiento, la basílica del Pilar ha comenzado este viernes a acondicionar la posible entrada de Aragón en la Fase 1 de la desescalada el próximo lunes, 11 de mayo. De acuerdo con esta etapa, los lugares de culto tienen permitido su reapertura con una limitación de aforo del 30%, por lo que la Archidiócesis de Zaragoza ha decidido dividir la basílica en dos zonas mediante una verja: una para la eucaristía, que celebrará nueve misas al día en intervalos de una hora, y otra para la oración.
“La parte de la Santa Capilla y su entorno va a estar dedicada a la oración, a la devoción a la Virgen y a las confesiones”, ha revelado el secretario general de la Archidiócesis de Zaragoza, Joaquín Aguilar. El aforo se ha reducido hasta cumplir con el tercio establecido, por lo que la capacidad de la sección relativa a la eucaristía es de 142 personas, mientras que la Santa Capilla acogerá un máximo de 64 fieles.
“Mientras el aforo esté lleno, hasta que no salga alguien, no entrará nadie”, ha aseverado Aguilar, quien ha garantizado la distancia de seguridad al marcar los bancos con una X que delimite los asientos de los devotos. “Hemos cerrado los bancos rojos de la nave central para que no se siente nadie y, de esta manera, nos habiliten dos pasillos por los que vendrá la gente a comulgar”, ha añadido.
En este sentido, el secretario general de la Archidiócesis ha confirmado que la comunión se realizará de pie y en silencio, la oblea se entregará en mano -no en la boca- y no se dirá “el cuerpo de Cristo, Amén”, salvo al inicio de la eucaristía. Tampoco se permitirán los cantos ni el reparto de papeles, con el objetivo de evitar salpicaduras de saliva que promuevan el contagio.
Además, los fieles tendrán prohibido besar el pilar de la Virgen, aunque al tratarse de “la joya de la casa”, han colocado un reclinatorio en el humilladero para que la gente pueda arrodillarse y rezar mientras lo contempla. “No lo podemos tapar, pero sí que la gente lo vea sin tocarlo”, ha afirmado Aguilar, quien ha confirmado que se realizarán labores de limpieza en los apoyabrazos de los bancos dos veces al día.
“Las puertas tienen una ventaja y es que son muy anchas”, ha reconocido Aguilar, por lo que colocarán tres vallas en los accesos para permitir la entrada y la salida por zonas diferentes. Asimismo, todas las capillas se mantienen cerradas y los muros de la basílica portarán carteles con recomendaciones para el público, en las que no se incluye la obligatoriedad de llevar mascarilla, sino que se sugiere su uso.
“Así aparece en la normativa del Arzobispado”, ha reconocido Aguilar, quien ha apelado a la responsabilidad de la gente en los próximos días. Tampoco utilizará mascarilla el sacerdote durante la misa, pero los trabajadores, sacerdotes y quienes lleven a cabo las confesiones sí lo harán. No obstante, la colecta se trasladará a la salida de ambas zonas, en donde se han dispuesto cajas donde los fieles podrán otorgar sus donativos.
A este efecto, el representante de la Archidiócesis ha lamentado que el Pilar no ha recibido ninguna donación durante estos dos meses de confinamiento. “Todo el mundo sabe que el Pilar vive de la voluntad de la gente”, ha señalado Aguilar, por lo que ha instado a realizar limosnas y permitir que continúen en su puesto de trabajo las 20 personas que emplea la basílica.
De confirmarse la entrada de Aragón en la Fase 1 este lunes, el Pilar abriría a las 8.30 horas de la mañana, mientras que a las 9.00 horas daría comienzo la primera misa tras dos meses de clausura. Un periodo nunca registrado en su historia, cuyo precedente más similar se remonta a 1903, cuando la basílica estuvo cerrada tres días “debido a revueltas en la ciudad”, ha añadido Aguilar.
Más de un millón de visitas en streaming en cuarentena
Durante estos 55 días de confinamiento, la Virgen del Pilar ha recibido cerca de un millón de visitas en streaming a través de varias cámaras que estos días han retransmitido la misa, el Regina Celi o el Ángelus y, por la tarde, el Rosario, además de una cámara permanente las 24 horas del día.
“El 90% de visitas venían de España, pero el resto de todas las partes del mundo y acompañadas de comentarios, de peticiones y de súplicas a la virgen”, ha sentenciado Aguilar.