La Asociación Aragonesa de Centros de Atención Infantil (Asacei) ha transmitido este miércoles su malestar al alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ya que las empresas privadas de entretenimiento y atención a niños de 0 a 3 años y de 3 a 6 años han vuelto a ofrecer sus servicios, “sin tener en cuenta las mismas razones sanitarias por las que Educación no nos permite abrir a los verdaderos profesionales de primer y segundo ciclo de infantil”, han denunciado.
“Para lo educativo no se permite porque hay posibilidad de contagio, pero en el ocio y en las casas ajenas parece ser que no hay peligro de contagio, ni para niños ni monitores”, han criticado desde Asacei. Por tanto, han solicitado al alcalde la regulación de estas empresas de ocio infantil, ya que es el Ayuntamiento quien concede las licencias y los permisos para la apertura de sus negocios.
Estas empresas no están supervisadas por Educación y, según Asacei, “no miran por la infancia”, sino que “hacen negocio con ella”. De hecho, las califican como “auténticas pirañas en un océano revuelto”, ya que consideran que deberían tener unas franjas horarias extraescolares y no atender a una población “tan delicada como los bebés”.
“No pedimos ayudas económicas”, han reivindicado, aunque “serían bienvenidas”, sino que exigen justicia, porque consideran que, con esta actitud, “se está atentando contra los derechos de la infancia”. En concreto, señalan el derecho a una protección especial que garantice el desarrollo físico, social y mental de todos los menores, tanto en condiciones normales como en situaciones adversas o crisis humanitarias.
Asimismo, han comunicado a Azcón que sienten que nadie ve “con buenos ojos” su trabajo y, al mismo tiempo, “se infravalora y discrimina”. “Es nuestra responsabilidad comunicar esta situación y no dar por hecho que se trata de una negligencia y una falta de escrúpulos por parte de nuestro Ayuntamiento”, han añadido.
Desde Asacei se han mostrado muy preocupadas por la proliferación de estas empresas, ya que las directoras de los centros que conforman esta asociación también son empresarias y también desean la viabilidad de su negocio, pero “nunca a costa de los niños”.
