El Ayuntamiento de Zaragoza anunció la colocación de dispensadores de hidrogel en los autobuses de la ciudad y en los vagones del tranvía. Una medida por la que el Ayuntamiento ha pagado 530.000 euros justificando que es “un servicio público”. Algo que el portavoz de Podemos, Fernando Rivarés, no comparte asegurando que “el gerente de Avanza dijo que no iba a pagarlo”.
“Si un peluquero o un frutero tiene que pagarse todo el material necesario para garantizar las medidas sanitarias no entendemos por qué Avanza es distinto”, ha dicho Rivarés. “¿Por qué no se sientan como mínimo y negocian ese gasto que creemos que le corresponde Avanza?”, ha preguntado.
La consejera de Hacienda, María Navarro, ha justificado ese gasto en que “hay que garantizar las medidas de seguridad y si queremos incentivar a la gente a usar el transporte deberemos cumplir con las medidas de seguridad”. Navarro ha explicado que si el servicio se gestionase directamente sin tenerlo externalizado asumiría el coste del gel y “que se preste ese servicio de manera directa o indirecta no quiere decir que no haya que cumplir las medidas de seguridad”.
Navarro ha señalado que “hay un pliego de concesiones con unas obligaciones recíprocas en las que no consta el hidrogel por lo que hay que pagarlo”. A lo que Rivarés ha contestado que “es una necesidad que ha venido y se asume”. “Si nace una obligación legal y una obvia necesidad lo paga el prestador del servicio”, ha afirmado, recordando que en la comisión por el futuro de Zaragoza “decidieron pagar estos costes mientras les decían al resto de agentes que no había dinero”.
