La movilidad eléctrica compartida aterriza en Zaragoza con un programa de recarga colaborativa

Alma Mobility espera ampliar su flota a 15 antes de agosto y rondar entre 50 y 70 automóviles en septiembre
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La ciudad de Zaragoza se ha convertido este viernes en la primera con menos de un millón de habitantes en acoger un sistema de vehículos eléctricos compartidos, también conocidos como “carsharing”, que pueden estacionarse en cualquier punto de la localidad. La empresa Alma Mobility ha decidido arrancar su prueba piloto en la capital aragonesa con un programa de recarga colaborativa como su principal estandarte, que permitirá reducir entre un 70% y un 80% los costes operativos cuando el sistema esté plenamente instalado.

Por el momento, la flota se limita a dos vehículos, pero su intención consiste en ampliar los vehículos a 15 antes de agosto y, en septiembre, rondar entre los 50 y 70 automóviles. Una vez alcancen una flota suficiente, Alma pretende crear una red de recarga en hogares de Zaragoza con un grupo previamente seleccionado de usuarios, apodados como “enchufados”.

La recarga colaborativa permitirá electrificar la ciudad en los garajes de los “enchufados” zaragozanos, para lo que tendrá en cuenta su lugar de residencia y su horario de trabajo. A ello se suma el sistema “free float”, que habilita “coger el coche en un punto cualquiera de la ciudad y dejarlo en otro punto cualquiera dentro de un área de operaciones”, ha indicado el director de Alma Mobility, Antonio Robert.

La gestión de estos vehículos se realiza a través de una aplicación móvil, que puede obtenerse tanto en Apple como en Android, y cobra al usuario por minuto de uso. “Es una forma muy económica de poder disfrutar de un coche”, ha apuntado Robert, quien ha indicado que pretenden “reemplazar o sustituir los viajes en coche privado en la ciudad” e impulsar los otros medios de transporte de la ciudad, como bicicletas o el transporte público.

El propio alcalde, Jorge Azcón, ha conducido uno de los dos vehículos que comenzarán a operar en Zaragoza y, tras rodear la manzana de la Casa Solans, ha confirmado que el automóvil “es chulísimo”. “Es algo absolutamente distinto a conducir un coche normal, es silencioso, divertido y no hace ruido”, ha reconocido, por lo que ha animado a todos los zaragozanos a sumarse a la movilidad compartida.

“Es la movilidad del futuro”, ha agregado Azcón, quien ha destacado la excepcionalidad de este modelo, que no impone bases fijas y su flota es 100% eléctrica, como ocurre en grandes capitales europeas, como Madrid, Ámsterdam o París. De igual forma, el alcalde ha recordado que cuentan con “las máximas condiciones de seguridad posibles”, lo que incluye mascarilla, gel hidroalcohólico y la desinfección periódica de los automóviles.

El alcalde ha señalado a la consejera de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, como la principal culpable de implantar este sistema en la ciudad, por lo que ha agradecido públicamente su insistencia.

“El “carsharing” encaja perfectamente en la movilidad de Zaragoza, en busca de alternativas al uso de vehículo privado en desplazamientos urbano”, ha sentenciado Chueca.