
El Gobierno municipal ha adelantado casi diez días su tradicional visita al cementerio de Torrero para concienciar acerca de la importancia de que los zaragozanos repartan sus visitas entre los días próximos a la festividad de Todos los Santos. El alcalde, Jorge Azcón, y el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, han realizado un recorrido por el recinto y han depositado ofrendas en algunos puntos como las tumbas de Sanz Briz, Joaquín Costa o el monolito que rinde homenaje a las víctimas de la pandemia.
En las siete puertas que se han habilitado para el acceso ciudadano ya se han colocado los dispositivos con los que se realizará el conteo de aforo, fijado en 6.000 personas, el 25% de la capacidad del recinto. Con el fin de asegurar la prestación del servicio público en las debidas condiciones de seguridad sanitaria y en el marco de las limitaciones impuestas desde la Consejería de Sanidad del Gobierno de la Comunidad de Aragón, el operativo de control funcionará desde el próximo lunes 26 y hasta el 3 de noviembre.
“Entiendo perfectamente que este 1 de noviembre es especial, pero debemos convertir esa especialidad en responsabilidad y ser conscientes de que el virus no entiende de días especiales, de Fiestas del Pilar o de aquellas festividades en las que nos acordamos de los que más queremos y que ya no están con nosotros”, ha reconocido Azcón, solicitando de nuevo a la ciudadanía que eviten aglomeraciones acudiendo al camposanto en días escalonados.
La corporación se ha detenido ante el monolito dedicado a la memoria de las víctimas del Covid-19 y a los trabajadores municipales de los servicios esenciales contra la pandemia, que se ha ubicado en la plaza del Voluntariado. En este pequeño monumento, tal y como anunció el alcalde en el homenaje de la plaza del Pilar del pasado 7 de julio, se ha instalado la placa conmemorativa que presidió aquel acto y la cápsula del tiempo que fue llenada ese día por los trabajadores de diversos servicios municipales con diversos objetos de recuerdo.
El monolito, de dos metros de altura, fue diseñado por el arquitecto municipal Fernando Fernández Lázaro y construido por las Brigadas Municipales. Es una interpretación de inspiración modernista de la fachada de la garita de entrada al cementerio que diseñó Ricardo Magdalena en el año 1881. Debajo del monumento se ha enterrado la cápsula del tiempo, que consiste en una caja de metacrilato sellada que va dentro de una caja de acero inoxidable y de una arqueta de hormigón armado.
Esta ofrenda simbólica, según ha explicado Víctor Serrano, “es un acto en el que están representados todos los zaragozanos y que refuerza el hecho de que podemos venir este año al cementerio de Torrero, porque es lo prudente”.
Dispositivo del cementerio
El horario de apertura del Cementerio de Torrero será desde las 8.00 hasta las 20:00 horas durante todos los días que dure el dispositivo especial de Todos los Santos. Así, entre el 24 de octubre y el 3 de noviembre se van a habilitar tres puertas peatonales, dos junto a la entrada antigua del Cementerio de Torrero y la habitual ubicada en el acceso principal. En cada una de esas entradas se ubicarán los sistemas de conteo con los que controlar el volumen de visitantes que tiene el recinto en cada momento.
Aquellos usuarios que accedan con vehículo privado podrán hacerlo por el acceso principal ubicado en Fray Julián Garcés, con un carril de entrada y otro de salida; y otros dos accesos en la parte sur del recinto, uno de entrada y otro de salida, que se abrirán si es necesario y facilitarán una vía hacia el Tercer Cinturón.