Continúa el tira y afloja entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón por el montante a destinar al plan de rescate de la hostelería. Una convocatoria de hasta 50 millones de euros que fija que el 20% será cubierto por las entidades locales, lo que implica que, como ha asegurado este martes el vicepresidente y consejero Arturo Aliaga, los establecimientos de la capital aragonesa solo recibirían el 80% de lo que les corresponda si el Consistorio no se adhiere al rescate.
En concreto, de esos 50 millones, 30 serán aportados por el Ejecutivo autonómico, 10 por las diputaciones, y los otros 10 por los ayuntamientos, a los que invita a unirse, principalmente a las tres capitales, sobre todo Zaragoza y Teruel, gobernadas por el PP. Huesca, con el socialista Luis Felipe a la cabeza, ya se ha mostrado dispuesta a aportar medio millón de euros. “Hemos negociado con la Famcp y los ayuntamientos tienen un plazo para adherirse. Un establecimiento, si su Ayuntamiento no se suma, tendrá el 80% de la ayuda que le correspondería”, ha insistido Aliaga.
No obstante, el vicepresidente todavía espera que el Ayuntamiento de Zaragoza se incorpore al plan. No en vano, en el segundo rescate del Gobierno de Aragón, lanzado en noviembre, se recibieron unos 5.000 expedientes, de los que unos 2.000 se correspondían con la capital aragonesa. “Después del esfuerzo que hemos hecho por ponerlo en marcha, espero que se sume. Todos estamos haciendo un esfuerzo. Espero y deseo que se incorpore el Ayuntamiento”, ha afirmado.
Por su parte, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha reconocido estar “apenado” por “que el esfuerzo del Gobierno, las diputaciones y ayuntamientos esté ensombrecido por las críticas del Ayuntamiento de Zaragoza”, valorando que “no hay Comunidad que esté ayudando con tanto dinero a la hostelería como Aragón”. El líder del Ejecutivo autonómico, que no quiere “pelear ni entablar polémicas”, ofreciendo a los ayuntamientos adherirse al acuerdo, para que los establecimientos del término municipal reciban el 100% de las ayudas, o mantenerse al margen, para que únicamente perciban el 80% de la subvención.
