Con el gobierno de PP y Cs en el Ayuntamiento de Zaragoza justo en el centro de su legislatura, el grupo municipal del PSOE ha mostrado su preocupación por el futuro de las plantas de depuración de las que dispone la ciudad. Y es que, tal y como ha explicado el concejal socialista, Horacio Royo, “si no se ha puesto en marcha ningún plan en lo referido a este tema en estos dos primeros años, es muy difícil que se haga los dos que quedan”.
En el punto de mira han estado, en este sentido, las dos plantas de depuración con las que cuenta la capital aragonesa. Por un lado, la depuradora de La Almozara y, por otro, la depuradora de La Cartuja, que tal y como ha apuntado Royo “llega al 85% de la población”. Precisamente sobre esta última es en la que desde la formación se han mostrado especialmente sensibles. “En 2024 acaban los pliegos que rigen el mantenimiento y la explotación de La Cartuja, por lo que habría que poner en marcha un plan ya mismo”, ha incidido Royo.
A modo de crítica, el concejal socialista ha querido dejar claro que “el modelo de los gobiernos socialistas en cuanto a depuración ha durado 30 años” y ahora habría que aplicar nuevos planes. De alguna forma, Royo también ha cargado contra la anterior legislatura por su “obsesión particular con Ecociudad”, pero, sin embargo, el actual gobierno también ha derivado las necesidades para las que esta misma fue creada.
Los socialistas abren la puerta a la construcción de nuevas plantas
El principal reclamo del PSOE ha sido la necesidad de sentar a los grupos municipales a hablar y elaborar un plan para el futuro del ciclo integral del agua en la ciudad. En este sentido, Royo ha mostrado su disposición al diálogo en cualquier aspecto. Por este mismo motivo, ha apuntado que “la principal responsabilidad ambiental de un ayuntamiento debería ser la depuración de las aguas, por eso queremos ir a ese diálogo con la mente completamente abierta”.
El concejal socialista ha hablado incluso de la posibilidad de construir nuevas plantas, dado que la planta de depuración de La Cartuja podría haberse quedado “obsoleta” al pensar en las pautas cada más rigurosas que impone la Unión Europea. Eso sí, si algo ha dejado claro Royo es que su grupo no permitirá que salga adelante cualquier otra idea que no sea que “la gestión del ciclo del agua sea 100% pública”.