El Gobierno de Zaragoza el pasado viernes la propuesta de la nueva Ordenanza reguladora de la instalación de terrazas de veladores, que sustituirá a la aprobada en 2012. Algunas de las novedades que incluye esta modificación ya habían sido adelantadas a través de distintas instrucciones del Área de Servicios Públicos y Movilidad para actualizar elementos pendientes de renovación y adaptar la actividad hostelera, en la medida de lo posible, a la actual situación de crisis sanitaria.
Sin embargo, desde la Plataforma de Afectados por el Ocio Nocturno de Zaragoza aseguran que la nueva Ordenanza no cumple la Orden del Ministerio de Vivienda 561/2010 y la Sentencia del Tribunal Supremo 159 de 2019, que ya obligó a la ciudad de Elche a cambiar su norma, mientras que en Oviedo y Ribadesella ya se cumple dicha Orden tras otra Sentencia del Tribunal Supremo. En Zaragoza, apuntan desde la plataforma, ya conocen y saben que son de obligado cumplimiento. En concreto, obligan sin ningún género de excepciones a dejar libre un itinerario peatonal siempre de manera colindante a la línea de fachada de 1.8 metros de ancho y una altura libre de paso no inferior a 2.20 metros, algo que no se cumpliría, explican, con la nueva Ordenanza. La asociación Juristas contra el ruido ha dejado claro, además, en que se trata de una normativa de obligado cumplimiento en toda España.
Por otro lado, también critican que tampoco cumple la Ley 3/97 ni el Decreto 11/2003 del Gobierno de Aragón que declara BIC en Centro Histórico de la ciudad, obliga a realizar un plan especial de protección integral de inmuebles y de espacios libres. En Santa Cruz de Tenerife la Justicia entiende que es preceptivo y vinculante que los ayuntamientos obtengan un informe previo favorable del Ministerio de Industria, antes de aprobar estas Ordenanzas, en base a lo dispuesto en la Ley General de Telecomunicaciones, lo que es de aplicación también a Zaragoza.
Respecto a las plazas, las terrazas de bares podrán ocupar el 60% del espacio total cuando la Ley dice que deben tener una utilización general, por todos. El 60%, aseguran, es más que abusivo ya que además no se respetan las líneas de tránsito más cortas ni un espacio mínimo en torno a bancos, monumentos, fachadas de edificios históricos, etc. Por eso, insisten, “ya estamos viendo cómo el ciudadano, los niños, ancianos, la cultura, el ocio y otras actividades son expulsados o arrinconados, no pudiendo usarlas y disfrutarlas mas que pagando, sobre todo, en el centro histórico. No hay mas que pasarse por las plazas Sta. Marta, S. Pedro Nolasco, Sinués, Ariño, San Felipe, Sas, España, San Francisco, Santa Cruz, el Justicia o Plaza el Carmen, pierden su personalidad, sin el interés propio que nos hace diferentes y atractivos”.
Desde la Plataforma contra el ruido quieren recordar además que esta Ordenanza “no es para situaciones o días puntuales, en cuyo caso hablaríamos de otra forma, sino que regula la ocupación de nuestras calles y plazas por las terrazas de los bares durante los 365 días del año y sus respectivas noches sin la más mínima alusión a respetar los derechos de los ciudadanos y vecinos respecto al tránsito, la movilidad, el uso y disfrute de las mismas, el derecho al descanso, o la obligación de no superar los niveles de ruido legales ya que según el Tribunal Constitucional suponen una invasión del domicilio y una vulneración de los derechos fundamentales”.
La situación excepcional para instalar terrazas en la calzada, también insisten, “tiene que terminar cuando la situación que las permitió cese”. En este sentido, también aseguran que la mayoría de ciudades de España ya esta poniendo fecha de finalización, pero Zaragoza las perpetua en el tiempo, una sinrazón.
Otro de los puntos que consideran perjudicial es que después de tantos años de quejas de que el Ayuntamiento de Zaragoza no cumple ni hace cumplir la Ley estatal ni Europea de protección contra el ruido, entre semana las terrazas cerraran a las 12 de la noche y los viernes, sábados y vísperas de festivos a las 1.30h en los barrios urbanos y a las 2.30h en los rurales, “sin importarles lo más mínimo el descanso de los vecinos y haciéndonos ver que velan por nuestra salud”. Además, “tampoco se controla ni impide que los clientes de bares y terrazas estén de pie en la calle, aceras y plazas al no considerarles parte del aforo ni responsabilidad del negocio, con lo que se abre una brecha muy peligrosa para el incumplimiento de todas las normas tanto por el cliente como por el negocio”, dicen.
En este sentido, concluyen, “que el ocio predominante y masivo en las calles, promocionado y ahora subvencionado desde el Ayuntamiento sea protagonizado por los bares y el alcohol, no solo es lamentable, también es empobrecedor, corrosivo y fuente de graves problemas”. Por este motivo, desde la Plataforma han querido resaltar que las calles y plazas son propiedad de los zaragozanos, un bien de dominio y uso público, que deben servir al interés general, “y cuyo uso y disfrute no puede estar condicionado por el pago de dinero ni éste suponer ningún privilegio ya que es un derecho prioritario sobre algunos otros usos, como son los negocios privados permanentes”.