Hace ya seis meses que Lola y Sagrario se embarcaron junto a otras 34 personas de entre 70 y 80 años en la aventura que suponía el último proyecto municipal del Ayuntamiento de Zaragoza, «Nos gusta hablar también online». Como su propio nombre indica, se trata de una versión diferente al ya reconocido «Nos gusta hablar», pero que por motivos referidos a la situación sanitaria derivada de la pandemia ha tenido que readaptar su formato.
«Al principio es cierto que era un poco más aburrido, porque en nuestro centro de mayores tenemos una sala del formato presencial. Eso sí, poco a poco hemos ido haciendo grupo y lo cierto es que muy bien. Yo estoy acostumbrada a la tablet, la uso mucho para mis cosillas y todo el mundo ha sido muy amable con nosotros para solucionar cualquier problema», cuenta Lola.
La idea, en todo caso, no ha venido derivada únicamente de las restricciones sanitarias. Con este nuevo formato, el programa trabaja en la mejora de las principales dimensiones de análisis, desde el uso de la tecnología, hasta la soledad objetiva y la soledad percibida. «El formato presencial es el pulmón de este proyecto, es fundamental. Sin embargo, viendo los resultados, vamos a comprar más tablets y lanzaremos otro proyecto llamada Maximiliana de cara a que las personas mayores se entiendan mejor con las tecnologías», apunta la concejal del Mayor, Paloma Espinosa.
Sin embargo, dado que la esencia sigue siendo reunirse, hablar y también escuchar, Espinosa también ha anunciado que a lo largo del mes de marzo se dará a conocer la nueva programación en cinco centros de mayores diferentes del término municipal de Zaragoza. Una decisión que ha gustado, entre otras, a Sagrario que explicaba «cuando nosotras llegamos al inicio de todo esto no teníamos ni idea de nada, lo único que teníamos que hacer era salir de casa y hacer que hablaran, que contasen sus batallitas de cuando eran jóvenes y escucharlas». Tanto es así que, incluso, reconoce «había personas de más de 90 años que venían en andador».
En definitiva, una iniciativa que se enmarca dentro de la participación del Ayuntamiento de Zaragoza en el programa europeo Ubact y que, con la colaboración del grupo Gicid de la Universidad de Zaragoza y la empresa Atenzia, ha conseguido resultados favorables que reconocen que gracias a hablar se puede evitar, en muchas casos, esas situaciones de soledad no deseada.