El patrimonio religioso y artístico de Calatayud contará este verano con autoguías turísticas

La Colegiata de Santa María, la basílica del Santo Sepulcro y la parroquia de San Juan el Real recogen gran parte del impresionante patrimonio religioso y artístico de Calatayud
photo_camera La Colegiata de Santa María, la basílica del Santo Sepulcro y la parroquia de San Juan el Real recogen gran parte del impresionante patrimonio religioso y artístico de Calatayud
Tras más de una década de trabajos de rehabilitación la luz, el silencio y el asombro han vuelto a inundar la Colegiata de Santa María, la basílica del Santo Sepulcro y la parroquia de San Juan el Real de Calatayud. Tres templos que recogen gran parte del impresionante patrimonio religioso y artístico de los bilbilitanos y que contarán, a partir de este verano, con sus propias autoguías turísticas para que los visitantes puedan descubrir a su ritmo las iglesias más relevantes de la ciudad. “Desde las parroquias de Calatayud siempre hemos querido compaginar el culto y la cultura, porque son dos realidades inseparables”, ha explicado el párroco de la basílica del Santo Sepulcro, Javier Sanz, quien ha facilitado todo el material textual y gráfico de las iglesias para las guías. Una documentación que profundiza tanto en la historia como en el patrimonio artístico de cada iglesia, destacando también las principales peculiaridades de cada una y que, esperan, sea un atractivo más para que los visitantes incluyan las iglesias en sus circuitos turísticos. El principal objetivo de Sanz al elaborar estas guías ha sido “dar un contenido sencillo, didáctico y claro que permita complementar la belleza propia del edificio” además de ofrecer una explicación acerca de la historia de las iglesias, permitiendo que el visitante “pueda descubrir quiénes han participado en su construcción, quiénes han permitido que hoy tengamos ese espacio” y no se queden tan solo en la exuberancia del arte barroco en la colegiata o del rococó de San Juan, el Real. Asimismo, en las guías se ha querido destacar aquellos elementos de obligada visita en cada iglesia, que también han recibido una característica propia: la luz, el silencio y el asombro. En la Colegiata de Santa María, bautizada como la iglesia de la luz por la brillante iluminación que la inunda, destacan el coro, el trascoro y el órgano, las capillas laterales, la capilla mayor, la cúpula y la portada renacentista, realizada entre 1525 y 1528. El título de iglesia del silencio corresponde a la Basílica del Santo Sepulcro por estar dedicada a la pasión, muerte y resurrección de Cristo y ser un espacio que incita a la meditación y la reflexión. En este edificio, el párroco ha querido destacar los retablos protobarrocos, la cúpula – que es la segunda más grande de Aragón tras la del Pilar –, sus 34 vidrieras, el altar mayor, la sacristía y el coro y el baptisterio, presidido por una pila de bautismo de mármol blanco de Carrara. Por su parte, la parroquia de San Juan, el Real ha recibido el título de iglesia del asombro, quizá por las espectaculares pechinas que elaboró un jovencísimo Goya, pero también podría ser por su retablo mayor, el órgano rococó del siglo XVIII o sus monumentales capillas laterales. El Ayuntamiento de Calatayud ha editado un total de 5.000 guías en castellano, aunque el concejal de Cultura de Calatayud, Jorge Lázaro, ha señalado que “luego procederemos también a unas ediciones en francés e inglés”. Los folletos se distribuirán en las tres iglesias, así como en la Oficina de Turismo bilbilitana y en la red de Turismo de Aragón e incluirán los horarios tanto de visita como de culto, ya que en esos momentos no se permitirán las visitas. Una década invirtiendo en el patrimonio El alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, ha destacado que, desde hace más de una década, el consistorio se ha volcado en el objetivo de restaurar y rehabilitación del patrimonio bilbilitano. “A lo largo de estos años se ha intervenido en San Pedro de los Francos, en San Andrés, en el Santo Sepulcro, en San Juan y, por supuesto, en Santa María”, ha señalo Aranda, que también ha querido apuntar que en Santa María se han invertido un total de 2,3 millones de euros con ayuda del Ministerio de Fomento. Una cantidad que se suma a los más de 300.000 euros que ya se utilizaron para restaurar la cúpula y la sacristía. “Queda mucho por restaurar”, ha continuado el alcalde en referencia a Santa María, por ello entre los siguientes proyectos se encuentran la restauración de una capilla, el coro y el trascoro. Además, el ayuntamiento está buscando financiación para intervenir en el órgano, uno de los tres que están declarados Bien de Interés Cultural en la ciudad, y espera poder obtener esta declaración también para el órgano de San Juan el Real. San Andrés, la joya mudéjar de Calatayud de la que esperan poder realizar próximamente una guía, también ha recibido durante estos años un millón de euros para su restauración. Asimismo, en la restauración de los claustros del Santo Sepulcro se espera poder invertir casi 600.000 euros.