Tras dos años sin repartir el tradicional roscón de San Valero como se ha hecho siempre, en este 2023 llegaba el momento. Desde primera hora de la mañana cientos de zaragozanos se han concentrado en la plaza del Pilar para recibir una de las 20.000 raciones de roscón. Ya saben, Zaragoza es ciudad de tradiciones y más en el día su patrón.
Así lo ha recordado el alcalde de la capital aragonesa, Jorge Azcón, quien ha destacado el sentimiento de “orgullo” por “ser y sentirse zaragozano”. “San Valero es el patrón de nuestra ciudad, lo que nos permite demostrar que somos gente magnífica y excepcional. Si algo nos caracteriza es la solidaridad”, ha manifestado.
Precisamente, esa solidaridad es la que se ha reflejado en el trabajo de los voluntarios y entidades sociales que han acercado el roscón a aquellos que no han podido desplazarse hasta el epicentro de la festividad, la plaza del Pilar.
“Soy aragonesa de pura cepa y que la ciudad dé un trozo de roscón para celebrar San Valero es maravilloso”, apuntaba una ciudadana. “Voy a pasar otra vez”, manifestaba otra a pesar de echar en falta este año el vaso de chocolate que acompañaba al postre. “No somos de aquí, pero nos encanta y hemos venido a comer roscón”, reconocían dos turistas, tildando de “diversión” la jornada, que ha transcurrido con tranquilidad y alegría, en parte, por que el tiempo acompañaba.
Como es tradición, el Ayuntamiento de Zaragoza ha ofrecido visitas por su Casa Consistorial, donde ha vuelto a triunfar el despacho del alcalde y el salón de plenos, y los más pequeños se han reencontrado con el famoso tragachicos. Además, para acercar la cultura a la ciudadanía, los museos han abierto sus puertas de manera gratuita. Unas actividades que han agradecido tanto los más pequeños como los jóvenes Erasmus, que valoraban el “compartir todos juntos”.
Así, Zaragoza ha disfrutado de un nuevo San Valero que este año ha cumplido a medias eso de ventolero.
